¿Tu bebé gira siempre la cabecita hacia el mismo lado? ¿Notas que tiene preferencia por una postura y le cuesta voltear al otro lado? Podría tratarse de tortícolis muscular congénita (TMC), una condición frecuente en recién nacidos que, con detección temprana y tratamiento adecuado, se corrige en la mayoría de los casos.

En este artículo, te explicamos:

  • Qué es la tortícolis congénita y por qué ocurre.
  • Señales para detectarla en casa (¡observa a tu bebé!).
  • Tratamientos efectivos (fisioterapia, ejercicios y más).
  • Consejos prácticos para ayudar a tu pequeño.

¿Qué es la tortícolis congénita?

La tortícolis muscular congénita es un acortamiento o tensión anormal del músculo esternocleidomastoideo, que va desde la parte superior del tórax hasta detrás de la oreja. Esta tensión provoca que el bebé incline la cabeza hacia un lado mientras la rota hacia el lado opuesto.

¿Por qué ocurre?

  • Posición en el útero: Si el bebé permaneció durante mucho tiempo en una misma postura, especialmente en espacios reducidos, el músculo puede acortarse.
  • Parto difícil: El uso de fórceps, ventosas o una salida complicada puede provocar una contractura o microlesión.
  • Fibrosis muscular: En algunos casos, se forma una pequeña zona de tejido más duro (fibrosis) dentro del músculo.

Dato clave: El 90% de los casos mejoran significativamente con fisioterapia si se trata antes de los 6 meses.

Señales para detectar la tortícolis en casa

La observación diaria es la mejor herramienta para detectar esta condición. Presta atención a lo siguiente:

✔ Gira siempre la cabeza hacia el mismo lado (postura repetitiva).
✔ Tiene dificultad o se muestra incómodo al intentar girarla hacia el otro lado.
✔ La cabeza se ve inclinada (una oreja más cerca del hombro).
✔ Puede haber un pequeño bulto palpable en el lateral del cuello.

Estas señales pueden notarse desde los primeros días o semanas de vida. Si las identificas, es importante consultar con un pediatra o fisioterapeuta infantil lo antes posible.

Tratamiento: ¿cómo se corrige?

Fisioterapia pediátrica: el mejor aliado

El tratamiento principal es la fisioterapia, que incluye técnicas suaves para:

  • Estirar progresivamente el músculo tenso.
  • Fortalecer el lado contrario, que suele estar más débil.
  • Mejorar el rango de movimiento del cuello y la postura general.

La frecuencia suele ser de 2 a 3 sesiones por semana, dependiendo del grado de rigidez muscular y la edad del bebé. Los progresos pueden notarse en pocas semanas si se acompaña con ejercicios en casa.

Ejercicios en casa

  • Giros suaves del cuello: Llamar su atención con un sonajero del lado que evita mirar.
  • Cambiar de brazo al cargarlo: Alternar el lado estimula ambos músculos.
  • Tummy time supervisado: Colocarlo boca abajo unos minutos al día fortalece cuello, espalda y hombros.

Importante: Los ejercicios deben hacerse con delicadeza y bajo la guía de un profesional.

¿Qué pasa si no se trata?

La tortícolis no corregida puede generar:

Plagiocefalia postural (aplanamiento de un lado del cráneo).
Dificultad en el desarrollo motor (por ejemplo, al gatear o sentarse).
Desalineaciones posturales que afectan cuello, mandíbula e incluso visión a largo plazo.

Un diagnóstico y tratamiento oportunos pueden prevenir estos efectos secundarios.

Consejos para padres: paciencia y constancia

  • Incorpora los ejercicios a la rutina diaria: por ejemplo, al vestirlo o después del baño.
  • Sé constante, pero flexible: si un día está irritable, intenta más tarde o acorta la sesión.
  • Celebra los avances: cada pequeño movimiento nuevo es señal de progreso.
  • Evita la culpa: la tortícolis no se debe a algo que hayas hecho mal. Lo importante es actuar a tiempo.

¿Crees que tu bebé podría tener tortícolis?

En Sanipies contamos con fisioterapeutas infantiles especializados en el tratamiento de tortícolis y otras condiciones musculoesqueléticas del desarrollo. Pide una valoración sin compromiso y ayuda a tu bebé a crecer con libertad de movimiento.

Recuerda: la tortícolis no es un límite. Con amor, información y terapia adecuada, tu bebé puede recuperar su movilidad y alcanzar su máximo potencial.