Cuando se trata de la salud de los más pequeños, muchas familias se preguntan: ¿realmente necesitan ir al podólogo? La respuesta es un sí rotundo. La podología infantil no es un lujo, sino una especialidad esencial para detectar y tratar a tiempo problemas que pueden afectar el desarrollo y la calidad de vida de los niños.

¿Por qué es importante la podología en la infancia?

Los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo de los pies. Cualquier alteración no tratada a tiempo puede derivar en complicaciones en la adolescencia y la edad adulta, como dolores de espalda, cadera o rodilla, e incluso afectar a la forma de caminar.

Señales que indican que tu hijo o hija necesita visitar al podólogo:

  • Cae o tropieza con frecuencia al caminar o correr.
  • Camina de puntillas de forma habitual después de los 3 años.
  • Se queja de dolor en pies, piernas o espalda.
  • Desgasta el calzado de forma irregular o excesivamente rápida.
  • Tiene los pies planos o arcos muy pronunciados.
  • Muestra reticencia a caminar distancias cortas.

Problemas comunes que trata la podología infantil:

  1. Pie plano flexible: Muy frecuente en niños, pero debe ser evaluado para descartar complicaciones.
  2. Marcha en puntillas: Puede ser habitual en etapas tempranas, pero si persiste requiere atención.
  3. Papilomas o verrugas plantares: Son contagiosos y pueden causar molestias al caminar.
  4. Uñas encarnadas: Suele deberse a un corte incorrecto o calzado inadecuado.
  5. Alteraciones en la pisada: Como tobillos hacia dentro (valgo) o hacia fuera (varo).

¿A qué edad debe acudir un niño o niña al podólogo por primera vez?

Se recomienda una primera visita alrededor de los 4-5 años, cuando el patrón de marcha ya está más estabilizado. Sin embargo, si antes de esa edad observas alguna de las señales mencionadas, no dudes en consultar con un especialista.

Beneficios de la podología infantil:

  • Detección precoz de problemas podológicos y biomecánicos.
  • Prevención de futuras dolencias en pies, piernas o espalda.
  • Orientación sobre calzado adecuado para cada etapa del desarrollo.
  • Tratamientos personalizados, como plantillas ortopédicas si son necesarias.

Consejos para cuidar los pies de los más pequeños en casa:

  • Corta sus uñas rectas, sin redondear las esquinas, para evitar que se claven.
  • Elige calzado flexible, con suela antideslizante y que sujete bien el tobillo.
  • Permítele caminar descalzo en superficies seguras, como la playa o el césped, para fortalecer la musculatura.
  • Lava y seca bien sus pies diariamente, prestando especial atención a los espacios entre los dedos.

La podología infantil es una especialidad imprescindible para garantizar el correcto desarrollo de los pies y, por extensión, de todo el sistema musculoesquelético. Invertir en la salud podológica de tus hijos hoy es asegurar su bienestar futuro.

¿Aún tienes dudas sobre si tu hijo o hija necesita visitar al podólogo? Pide cita en Sanipies para una valoración personalizada. Nuestro equipo de podólogos infantiles te ayudará a resolver todas tus preguntas.