Claves para una transición emocional saludable
La llegada de un segundo hijo supone un gran cambio para toda la familia. A nivel emocional, puede generar una mezcla de ilusión, amor, cansancio y dudas. Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el impacto que este nuevo integrante tendrá sobre el hermano mayor y sobre la dinámica familiar.
Desde la mirada profesional de un psicólogo infantil, cómo prepararse con antelación y adoptar ciertas estrategias puede facilitar una transición más armoniosa para todos.
Antes del nacimiento: empezar la adaptación durante el embarazo
La adaptación del hermano mayor comienza incluso antes del nacimiento del bebé. Involucrarlo en el proceso puede reducir significativamente la aparición de celos y ansiedad.
Los especialistas en desarrollo emocional infantil recomendamos:
- A partir del cuarto mes, mostrar ecografías y permitir que sienta las pataditas del bebé.
- Alrededor del sexto mes, leer cuentos infantiles que expliquen la llegada de un nuevo hermanito.
- En los últimos meses del embarazo, fomentar el juego simbólico, como cuidar a un peluche o un muñeco.
Estas acciones apoyadas por la práctica clínica, ayudan a construir un vínculo anticipado con el bebé y a preparar emocionalmente al niño para el cambio.
El día del parto: mantener la seguridad emocional del mayor
El nacimiento del bebé puede ser vivido como una situación de incertidumbre por el hermano mayor. Por eso, es fundamental mantener algunas rutinas conocidas que refuercen su seguridad emocional.
Consejos útiles de la psicología familiar:
- Preparar una mochila especial con objetos que le gusten y una foto familiar para que tenga en el hospital o en casa.
- Evitar cambios innecesarios, como dormir en otro lugar o alterar horarios habituales.
- Contar con el apoyo de otros familiares para mantener su entorno lo más estable posible.
Estos gestos, aunque sencillos, tienen un gran valor emocional para el niño.
Primeros meses del bebé: manejar los celos y regresiones
Es común que los hermanos mayores presenten regresiones temporales (como mojar la cama o chuparse el dedo) durante los primeros meses de convivencia con el bebé. Esto es una respuesta emocional normal al cambio.
Estrategias recomendadas:
- Dedicar tiempo exclusivo al hijo mayor, aunque sean solo 10-15 minutos diarios.
- Evitar comparaciones entre hermanos.
- Asignar pequeños roles positivos, como elegir la ropa del bebé.
- Mantener espacios propios del mayor, como su cama o su zona de juegos.
Estas medidas refuerzan su autoestima y reducen la necesidad de llamar la atención de forma negativa.
A largo plazo: fomentar una relación sana entre hermanos
El vínculo entre hermanos se construye con el tiempo y no debe forzarse. Cada niño necesita su ritmo y su espacio para adaptarse.
Actividades para fortalecer el vínculo según la edad:
- 2-3 años: alcanzar pañales limpios o cantar al bebé.
- 4-6 años: contar cuentos o entretenerlo con juegos tranquilos.
- A partir de los 6 años: enseñar canciones o juegos sencillos.
Estas tareas fomentan la empatía y la colaboración, potenciando la conexión afectiva entre hermanos, siempre bajo supervisión adulta.
Cuidar también a los padres
Es habitual que los padres se sientan abrumados en los primeros días o semanas. La falta de sueño, las demandas dobles y la culpa son emociones frecuentes.
Sugerencias para el autocuidado:
- Turnarse para dormir tramos de 4 horas ininterrumpidas.
- Buscar momentos breves para compartir en pareja, aunque solo sean 15-20 minutos al día.
- Pedir ayuda a familiares o amigos. No es señal de debilidad, sino una forma de cuidar la salud emocional de todos.
Recordar que cuidarse también es cuidar de los hijos.
Los Profesionales de Sanipies te Acompañarán en Cada Etapa
La llegada del segundo hijo transforma la dinámica familiar y plantea nuevos desafíos. Con preparación, comprensión y apoyo emocional, es posible convertir esta etapa en una oportunidad para fortalecer los lazos familiares y promover el bienestar de todos sus miembros.
En Sanipies, acompañamos a las familias en cada etapa de crecimiento, brindando orientación basada en la experiencia clínica y en el respeto por las emociones de cada integrante.